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viernes, 16 de noviembre de 2007

Sobre comidas y cosas peores

Hoy al abrir la página de escombrismo me encontré con una sorpresa por demás impresionante, y es que los lugares de comida asquerosa y maloliente abundan en la ciudad.

Y es que como olvidar aquella madrugada lluviosa en la que dos escombristas se encontraban a las afueras de una casa con goteras, que en esos ayeres Alex Shafit rentaba esta ciudad productora de morales y tradiciones absurdas, falsas, innecesarias, pero sobre todo hipócritas.

Todo inició como una noche de copas a las afueras de este domicilió, Kazetaro llegó a casa de Shafit a bordo de un artefacto de color negro que era utilizado como una compacta oficina, cantina y sala de juntas móvil.

Kazetaro venia de la capital del estado con malas noticias, un familiar muy estimado por los escombristas y sobre todo por él, estaba en malas condiciones de salud, evidentemente la edad era el principal causante de sus dolencias y males.

Kazetaro y Shafit decidieron quedarse en la oficina móvil a tomar unas cuantas docenas de tragos y platicar del tema, ya que en la casa del presidente de la logia del pato no se contaba con ningún tipo de mueble.

La lluvia continuó, y nuestros escombristas siguieron consumiendo productos derivados de la cebada, y cuando este producto se terminaba avanzaban una calle o se metían al autolata tan cómodamente recién estrenado en aquellos días.

Serían la madrugada llegó, y con ella el hambre al mero estilo de abandonaditos en un casa hogar, Kazetaro propuso a Shafit buscar algo de comer, lo que fuera, y fu en ese momento que recordaron que muy cerca, en la esquina de paseo de jerez y avenida López Mateos había unos tacos, y entonces se dirigieron al sitio para consumir alimentos callejeros preparados de insalubre forma.

Al llegar, el taquero con su ya característica frase nos dijo “¿pásenle jóvenes, de que les sirvo?”. Kazetaro sin dudarlo pidió dos quesadillas de bistec y Shafit dos combinadas, de beber no pidieron nada, por que ya estaba armados.

Pasaron 5 minutos aproximadamente y llegaron los “alimentos”, y créanme amigos que no miento cuando les digo que parecía que las quesadillas habían sido sacadas del bote de basura para después servirlas a nuestros escombristas.

Para empezar, los alimentos fueron preparados con tanta grasa y de tal mal aspecto que parecía que estos taqueros habían usado el aceite de un motor que no había sido afinado en un par de años.

El bistec parecía provenir de una res que había sido muerta por una extraña enfermedad sin cura, y que hacía que la carne se hiciera de color negro, duro, y chicloso; del chorizo, que decir, era como su hubieran levantado los restos de un perro recién arrollado en la carretera León-Silao, y poco después de ser recogidos de la cinta asfáltica hubieran sido teñidos con pintura vegetal, y calentado, claro, sin quitarle las piedritas obtenidas en el suelo.

El hambre es cabrona, y más cabrón el borracho que la aguanta, y la verdad kazetaro y Shafit, no estaban en ese momento no estaban como para exigir mucho, el ya tan famoso monchis los estaba matando, así que consumieron aquellas abominaciones del arte culinario, total aun estaba la confianza de que el alcohol y el fuego matan todas las bacterias.

Después de los tacos no aptos para consumo humano y las cheves restantes, ambos decidieron ira a dormir, sin embargo sus historias coincidirán nuevamente esa misma noche sin que ellos lo supieran.

Los problemas gastrointestinales se hicieron presentes, alguna bacteria había resistido, y había comenzado el ataque desinfectante del alcohol y por lo tanto comenzó a trabajar en llevar a la tumba a un par de organismos vivientes llamados Kazetaro y Shafit, el resultado de aquella comida es fácil de describir, desde ese día el Sistema de Agua potable y Alcantarillado de León (SAPAL), presenta severas afectaciones que hasta el momento no han podido ser reparadas, y la capa de ozono, tiene dos nuevos agujeros.





























1 comentario:

Anónimo dijo...

te pasas, tu muy fino? que hacias entonces en unos tacos, pobresito de ti, lo q es no saber comer lo rico

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